No salgo de mi asombro, y lo digo en serio. La Real Academia Española define el cinismo como la «desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables» o alternativamente como «Impudencia, obscenidad descarada». Cualquiera de las acepciones se queda corta para calificar la actitud de las Juventudes Socialistas de España en el siguiente vídeo electoral.

Según el comunicado de prensa, las juventudes socialistas buscan con este trabajo animar «a los jóvenes a votar el próximo 22 de mayo para evitar tener que arrepentirse por no haberlo hecho, y ponen como ejemplo de ello los recortes sociales que ha llevado a cabo el gobierno conservador de David Cámeron tras ganar las elecciones en el Reino Unido».

La sorpresa viene con los cinco temas clave que señalan: tasas universitarias, reducción de becas, privatizaciones, recortes de funcionarios y energía nuclear. Según las JSE deberíamos tener miedo de que la derecha (léase PP) venciera en las próximas elecciones porque afrontaríamos una nueva y sombría etapa en la que todos perderíamos en esos temas centrales. La cuestión, me pregunto yo, es si los autores del vídeo han examinado con atención la política del actual gobierno de España, que es de su propio partido.

Y es que el vídeo está muy bien hasta que aparece el logo final de las JSE, que es cuando uno se queda literalmente con cara de póquer. En efecto, yo creo que si el PP venciera en las elecciones (municipales y generales) entonces afrontaríamos una etapa aún más dura de recortes y pérdida de derechos para los trabajadores. Pero eso no quiere decir que esté ciego: el PSOE está haciendo exactamente lo mismo y precisamente por ello está poniéndole una alfombra roja al PP, que se está limitando a esperar a que el gobierno del PSOE le haga el trabajo sucio para poder rentabilizarlo electoralmente.

Los jóvenes del PSOE quizás quieran aprovecharse de los desmemoriados y contaminar el ambiente con ideas que se saben de antemano falsas y manipuladas, en una especie de «doblepensar» orwelliano que da bastante miedo. Por eso es necesario apuntar algunas cosas de importancia.

Primero, es el PSOE el que ha iniciado un plan de ajuste que ha supuesto el recorte de los sueldos a los funcionarios y otras medidas encaminadas a sanear las finanzas por el lado de los gastos, todo ello con una incidencia grave en el futuro del Estado del Bienestar. Es el PSOE el que ha aprobado una reforma laboral que ha facilitado las condiciones de precariedad para los trabajadores, y es el PSOE el que ha aprobado una reforma de las pensiones que es un golpe mortal al sistema público de pensiones. Y es el PSOE, en general, el que ha olvidado la existencia de una salida por la izquierda a la crisis. Se entiende perfectamente entonces por qué la proporción de los salarios en la renta se ha mantenido descendiendo también en los gobiernos del PSOE.

Segundo, es el PSOE el que ha iniciado los procesos de privatización de empresas y servicios públicos. No ya sólo de actividades económicas muy lucrativas, como las Loterías, sino también de todas las empresas públicas que quedan en el país. En efecto, AENA, Correos y Renfe, a distintos ritmos pero todas caminan hacia la privatización. Recordemos que todas ellas necesitaron infraestructuras pagadas por lo público que ahora serán rentabilizadas por las empresas privadas que se beneficien de la privatización. Y no nos olvidemos de la privatización más grave y dolorosa de todas: la de las cajas de ahorro.

Tercero, el PSOE ha seguido la línea económica marcada por los gobiernos del PP. El PSOE mantuvo la estructura económica heredada de los gobiernos del partido popular, es decir, la del pelotazo inmobiliario y su burbuja en la construcción, sin hacer prácticamente nada por cambiarlo. Ante los problemas más acuciantes para la juventud, como eran la precariedad y el acceso a la vivienda, el PSOE propuso medidas tan ambiciosas como la construcción de pisos de 30 metros y las Kelifinder, unas zapatillas para buscar pisos por la ciudad. El PSOE no enfrentó la burbuja inmobiliaria para no tocar los intereses de los empresarios de la construcción, que acabaron recompensando a David Taguas (principal asesor económico de Zapatero) con la presidencia de su patronal. Y después de casi ocho años, ya con la crisis bajo sus cabezas, el PSOE ha tenido el descaro de decir que todo esto ha sido una situación heredada frente a la cual no podían hacer nada.

La política fiscal ha sido también una gran pinza, pues nunca tuvieron problemas PP y PSOE para estar de acuerdo. La fiesta de las rebajas fiscales (sociedades, renta, fondos..), sobre todo para ricos, llegó a su clímax cuando el Gobierno se puso a repartir 400 euros en las declaraciones (medida regresiva: ricos y pobres recibían la misma cantidad) y saltó con el cheque bebé (medida también regresiva). Sin olvidar la aberración de la supresión del Impuesto del Patrimonio, que sólo pagaban los más opulentos. Hay que recordar, por otra parte, que la tasa de riesgo de pobreza en España se ha incrementado desde un 19’9% en 2004 hasta un 21’6% en 2010, y sólo había descendido hasta un 19’6 en 2008.

Cuarto, no es precisamente envidiable la política del PSOE en energía. Quizás no sea tan destructiva como pueda ser la del PP, pero basta recordar que si bien el PSOE incluía en su programa el cierre de las centrales nucleares luego no llevó a cabo su propio programa en beneficio de la industria energética. Para la cual, por cierto, trabaja su ex-presidente de partido el señor Felipe González cobrando más de 100.000 euros anuales. Otro dato: las emisiones de gases de efecto invernadero fueron en 2009 de 405,74 millones de toneladas de CO2, un dato similar al que se emitía en 2002 y ligeramente inferior al de 2004. ¿Es realmente el PSOE una esperanza frente a la crisis ecológica?

Quinto, sobre educación. El gasto público total en educación de todas las comunidades autónomas era del 3’9% del PIB en 2009, frente a un 4’3% en 2004 (Hispabarómetro, CCOO). Esto no quiere decir que se invierta menos, lógicamente, pero sí que se invierte relativamente menos en relación al crecimiento económico del país. En las becas, sin embargo, el PSOE sí ha duplicado el ritmo de crecimiento de los gobiernos del PP, cosa por la que hay que felicitarse. Ahora bien, ojo con los precios públicos del crédito matriculado universitario (gráfico del ministerio de educación):

Y los precios públicos de los programas de doctorado:

En definitiva, muchas más sombras que luces en un gobierno que se decía de izquierdas y que ni en la época de bonanza ni en la crisis ha hecho políticas de izquierdas. Quizás consiguió aprobar alguna que otra medida aislada y residual, pero desde luego muy alejada de lo que la población esperaba de un gobierno alternativo al PP. Hay que recordar que este es el mismo gobierno que se fue deshaciendo de los políticos de perfil más progresista, como Caldera, Narbona o Jordi Sevilla. Un gobierno que, en última instancia, está controlado por los intereses empresariales que tejen a su favor de forma incesante. Y un gobierno que, medido a la luz de la política económica, puede ser tildado sin problemas como «gobierno de derechas».

Por eso el vídeo de las juventudes socialistas me parece un timo. Es una estafa dirigida a asustar a gente bienintencionada y de izquierdas, y que pretende rentabilizar electoralmente ese mismo miedo. Y alguien tenía que decirlo: estos tíos tienen más cara que espalda.

Yo al contrario que ellos creo que hay que votar sin miedo a nadie: hay que votar porque se desea contribuir a que se construya un mundo mejor. Y para eso tenemos varios partidos de izquierdas a los que ofrecer el voto. Pero no, en ningún modo, al PSOE, que es el lobo que intenta convencer a las ovejas de su pertinencia como salvador.