Los representantes políticos alemanes dicen ahora que no les parece tan mala idea que Grecia salga del euro, e incluso que no pague parte de su deuda pública. No era eso lo que pensaban en el año 2010, cuando la especulación financiera sobre la economía del país heleno amenazaba con hacer estallar toda la zona euro. Es ahora la Unión Europea la que se muestra más reacia a dejar caer a Grecia. ¿Qué ha pasado en este tiempo?

La explicación: una estafa que denunciamos hace años. Los altos niveles de deuda pública de Grecia habían sido financiados especialmente por bancos alemanes y franceses. Ellos tenían el riesgo. Pero los llamados planes de rescate fueron su salvación: permitieron que el riesgo pasara poco a poco desde los bancos alemanes a las instituciones europeas, como el BCE. Y ahora sin riesgo… ya pueden hacer tierra quemada con Grecia. Es lógico: no se le puede pedir a un banco que piense en los ciudadanos.