10 años de prisión y 1.000 latigazos es la condena que un tribunal de Arabia Saudí ha impuesto al joven Raif Badawi por crear un sitio web para el debate público. El régimen feudal argumentó que el proyecto ofendía al islam. Ya ha recibido los primeros 50 latigazos, y ahora está pendiente del resto. Su mujer, Ensaf Haidar, está inmersa en una campaña por todo el mundo buscando ayuda. Probablemente no sepan ustedes mucho ni de este caso ni de tantas otras atrocidades cometidas por esta monarquía absoluta. Quizás sea porque el Gobierno de España considera a Arabia Saudí un socio preferencial con el que hacer negocios. Y donde entra el dinero salen los derechos humanos. Hipocresía con sabor a petróleo y a corruptelas. El rey de Arabia Saudí pagó la cacería de elefantes de Juan Carlos de Borbón y éste hizo de intermediario para que las constructoras españolas hicieran negocio allí. El silencio también va en el precio. Entre reyes y oligarcas anda el juego. Como para no ser republicano…