LIBERTÉ, EGALITÉ, FRATERNITÉ

La libertad de expresión está bajo continua amenaza. A veces porque ejercerla implica sanción o prisión. Que se lo digan a la revista El Jueves, censurada por hacer mofa de la privilegiada monarquía castiza. Otras veces porque ejercerla o defenderla implica que te asesinen. Ejemplos, los de la revista Charlie Hebdo y los que ocurren cada día en todas partes del mundo.

A las personas se las respeta siempre. A las ideas no necesariamente. Las ideas están para combatirse, para someterse a la crítica, para mejorarse e incluso para reírse de ellas. Pero cuando las ideas se cierran sobre sí mismas, se enquistan. Se convierten en pura liturgia. Ese es el mundo de la fe, enemiga de la ciencia. Y sobre la fe no se debate: o se cree o no se cree. Allí no cabe la razón. Sólo el fanatismo. Y en ese contexto pueden acabar decidiendo las pistolas y los desgraciados que las portan.