Un billón de euros es una cantidad extraña para nosotros, pues no pertenece al ámbito de lo cotidiano. Pero desde mañana el Banco Central Europeo inyectará esa cantidad en el sistema financiero de la zona euro. A esa operación se le llama Quantitative Easing y se trata, en esencia, de comprar muchos títulos financieros de largo plazo para abaratarlos en el mercado.

El efecto será que bajarán las primas de riesgo de los países, subirán las cotizaciones bursátiles y se incrementará el valor de los activos financieros (fondos de inversión, bonos, obligaciones…). Quien tenga mucho dinero invertido en los mercados financieros estará de enhorabuena. Para el resto, las ventajas no están tan claras. Puede funcionar para animar la inversión y crear empleo, pero hay serias dudas. Ahora bien, lo que desde luego sí hará será animar nuevas burbujas financieras y crear otro espejismo económico. ¡Más madera! ¡Más burbujas! Están locos estos romanos, que diría el galo.