Tras más de cincuenta años de guerra en Colombia entre el Gobierno y las FARC, por fin se ha alcanzado la paz. No ha sido fácil, y tras tres intentos fallidos parece que a la cuarta va la vencida. Las negociaciones comenzaron en Noruega en 2012 y se han desarrollado en Cuba. Los acuerdos incluyen medidas para combatir la pobreza y la desigualdad, para reparar la memoria y dignidad de las víctimas, la búsqueda de desaparecidos (más de 50.000), el desarme de guerrilla y paramilitares, la reintegración civil de los ex-guerrilleros y un largo etcétera de medidas harto complejas. Cualquiera puede hacerse cargo de la enorme dificultad que ha tenido llegar hasta aquí. En IU tenemos la fortuna de contar con un dirigente como Enrique Santiago, uno de los abogados inmersos en el proceso y que más ha sido criticado por ello. Pero gracias a él, y a gente como él, hoy podemos celebrar la culminación de un proceso de paz. Y en estos tiempos eso no es poco. Gracias.