Esta mañana debatía con José Rodriguez (@trinitro) acerca de la ley electoral. Todo vino porque él se estaba quejando de que en estas elecciones había mucha gente que había tirado el voto a la basura y de esa forma no se sumó suficiente fuerza para contener a la derecha. Yo le repliqué que si quería evitar que pasara eso tendría que apoyar una reforma de la ley electoral para configurar una circunscripción única y proporcional. De esa forma, le decía yo, los partidos de izquierdas que son minoritarios tendrían su justa representación y así la izquierda en su conjunto superaría a la derecha. Él se oponía a este razonamiento mío.

Para justificar mi argumentación he hecho yo mismo los cálculos de cómo quedaría el congreso en aplicación o no de una ley electoral justa, incluso suponiendo que los votos de estas elecciones municipales fueran extrapolables a las próximas generales. Se demostrará que, como es bien sabido por casi todos, una ley electoral justa beneficia a la izquierda y perjudica a la derecha. ¿Por qué entonces la gente del PSOE se opone? Pues porque aunque la izquierda en su conjunto salga beneficiada, el PSOE pierde poder como partido individual.

Los datos de los teóricos sistemas proporcionales están calculados siguiendo el principio de una persona un voto, sobre 350 diputados en el congreso y sin umbral mínimo de votos (por eso hay tantos partidos minoritarios con representación de un escaño[1]). Además he obviado los votos en blanco.

Como se puede apreciar los grandes beneficiarios del actual sistema son PP y PSOE, seguidos del PNV. Y el gran perjudicado es IU, que debería tener 11 escaños más de los que tiene actualmente. Y además entre la izquierda únicamente el PSOE no sacaría provecho del cambio, a diferencia de lo que me comentaba José por twitter. El cambio en la ley electoral permitiría compensar la caída de los escaños del PSOE con la subida de los de IU, mientras que los del PP y PNV no se verían compensados (salvo mínimamente quizás por UPyD). Es decir, mi hipótesis era lógicamente cierta: una ley electoral justa [2] beneficia a la izquierda.

Ahora bien, supongamos que los resultados municipales de ayer se repiten exactamente en las generales del año que viene. En ese caso se puede comprobar que la suma de los partidos de izquierdas no darían para vencer al PP+PNV+CIU [3]. Pero, tal y como hemos visto antes, bajo este sistema la izquierda tendría más poder que bajo el actual régimen electoral y además superar a la derecha estaría mucho más cerca.

Por eso yo afirmo que si el PSOE se considera democrático y de izquierdas debería acometer cuanto antes una reforma electoral justa en el sentido de lo aquí expuesto. Actualmente tiene la capacidad de establecer alianzas en el congreso para aprobarla sin problemas, de modo que es una cuestión de voluntad hacerlo o no. El PSOE aseguraría a la sociedad española una mayor presencia (justa, no impuesta) de la izquierda política, y mitigaría o anularía el dominio de la derecha que tanto se supone le asusta.

Eso sí, desde ese momento el PSOE tendría que abandonar la estrategia del voto útil (según la cual para ellos votar a IU u otros partidos de izquierdas es tirar el voto), y probablemente se vería forzado a hacer políticas de izquierdas para no perder cuota política (ya que el coste para el votante de pasar de votar PSOE a votar IU sería nulo).

¿Se atreverán o querrán mantener el chiringuito abierto?

[1] No quiero decir que ese sea el sistema ideal para mí, pero simplifica las cosas.

[2] Por cierto que una ley electoral justa se consigue creando una circunscripción única en todo el Estado, no aboliendo la ley D’hont (que no es tan mala). Para la representación territorial ya está el Senado, que por otra parte también tendría que ser reformado para que tenga un papel real.

[3] Hay que anotar que probablemente la imposición de un reducido umbral mínimo permitiría repartir los 48 diputados de partidos minoritarios entre el resto. No es viable la política con tantos partidos políticos, y en un sistema proporcional un partido obtendría representación con el 0’3% de los votos.