El referéndum del Brexit no es el problema, sino un síntoma. El síntoma de una enfermedad que recorre Europa desde hace décadas, pero ahora radicalizada por la crisis. Las políticas neoliberales han hecho estragos en los pueblos europeos y han sumido a las clases populares en la desesperacion y la frustración. En ese contexto, la extrema derecha -la xenofobia, el racismo, el clasismo…- está alimentándose de forma clara. El fascismo siempre ha sido hijo directo del liberalismo económico, pues se nutre de la desigualdad que éste crea. Aquí Karl Polanyi fue siempre muy claro. La única esperanza de Europa es acabar con las políticas neoliberales y tomar otra senda, una que conecte con los valores y principios de la Ilustración y de la izquierda.